Método Gung Ho
- Julián Velasco Mazas
- 9 feb 2017
- 2 Min. de lectura
Gung Ho es un vídeo para reflexionar bastante en el trabajo que un líder realiza día con día, pero también plantea un reto ambicioso en el trabajo a realizar en cualquier empresa.
El espíritu de la ardilla, el método del castor y el don del ganso serán los objetivos que un líder podrá tomar en cuenta para su equipo. Abordo las conclusiones a continuación.
El espíritu de la ardilla responde a la pregunta ¿Cuál es la importancia de nuestro trabajo? Para ello el equipo debe entender por qué el trabajo es importante para así darle sentido a lo que se realiza y así todo esfuerzo valga la pena; una meta bien entendida y compartida por el equipo. Para el espíritu de la ardilla es importante fundamentar los valores que rigen a la organización. Los valores deben de ser siempre la roca de la misión a alcanzar, por lo tanto, no deben modificarse sino ser los cimientos del trabajo de todo el equipo.
El método del castor implica mantener el control para alcanzar la meta. Un líder debe confiar en el equipo, delegar y estar seguro que el equipo hará su trabajo, una vez convencidos que su trabajo es importante y vale la pena lo que realizan, será más fácil que se sientan identificados con la misión de la empresa y a su vez su trabajo será hecho con calidad, dedicación y gran compromiso, luego entonces el líder podrá confiar en que el trabajo está siendo realizado de la mejor manera posible. Todos los pensamientos, sentimientos, necesidades y sueños del equipo se respetan, se escuchan y se actúa al respecto. Todo el personal debe sentirse capaz e importante pero a la vez sometido a un reto y meta en común con todo el equipo.
El don del ganso promueve que todo estímulo genera entusiasmo, se necesita del apoyo de todos y de las felicitaciones constantes. Es importante siempre ser positivo, ver lo bueno del equipo y en ello estimular. Un error que cometen muchos líderes es que solo felicitan cuando la meta ya se cumplió o alcanzó, sin embargo, el don del ganso promueve el celebrar en el proceso del alcance de la meta, en el camino habrá situaciones difíciles y complicadas pero a pesar de ello no dejar de celebrar, estimular y felicitar. El personal a cargo es valioso y requieren que se reconozca su trabajo, un trabajador que se siente desvalorado trabaja con carga y por cumplir, nunca disfrutará su trabajo y jamás se sumará al equipo para lograr juntos la misión.
Sin duda ya no necesitamos líderes autoritarios que a través de la intimidación logren sus objetivos, más bien líderes resonantes y participativos que sean cercanos a su equipo, que se atrevan a bajarse de la silla que les da el poder jerárquico y enlistarse al nivel de sus colaboradores, cercanos, trabajando codo con codo con su equipo, que muestren escucha e interés a las necesidades de su gente a la vez que los guían y motivan al alcance del objetivo en común. Un líder guía con el ejemplo y con un don de servicio con la gente con la que trabaja.
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